Miso

Es de origen chino pero se extendió en el Japón en el siglo VII-

El miso es un tipo de pasta fermentada de sabor muy salado, puede ser desde un color beige a un marrón oscuro dependiendo del tiempo de fermentción al que ha sido sometido (como más oscuro más tiempo). Se utiliza en sopas, caldos, cereales y legumbres..., es suficiente una cucharadita de cafe por persona en la sopa. Se puede conservar en la nevera dentro de un vaso de  cristal. Muy bajo en calorías.

Si tomamos los granos de la soja directamente sin fermentar, solo aprovechamos parte de las proteínas que contiene. Pero si estos granos los tomamos después de un período de fermentación natural se produce una reacción bioquímica en la cual sus moléculas complejas sufren una transformación, conviertiéndose en aminoácidos, azúcares simples y ácidos grasos facilmente asimilables.

Es un alimento vivo que no debemos hervir para no destruir los microorganismos que contiene y que nos ayudan a impedir la proliferación de bacterias dañinas para nuestro organismo.

Existen diferentes tipos de miso:

- HATCHO MISO: soja fermentada

- KOMÉ-GENMAI MISO: soja+arroz fermentados

- MUGI MISO: soja+cebada fermentados

Estos serían los que son sometidos a periodos largos de fermentación, luego también podemos encontrar el miso blanco o shiro miso, que tiene un sabor más suave y más dulce, es de fermentación más corta y no tiene las mismas propiedades que los anteriores. Se utiliza en la elaboración de pates y dulces.

PROPIEDADES:

- Alcalinizante: elimina acidez producida por el exceso consumo de productos de origen animal.

- Aporta enzimas digestivas, excelente para personas con problemas de gases, reflujo, acidez...

- Combate la contaminación electromagnética y es antiradioactivo

- Evita la proliferación de bacterias nocivas en el aparato digestivo